Nosotras

Nosotras, que sabemos lo que queremos, lo que nos gusta y lo que sabemos, a veces lo ponemos todo en duda.

Nosotras, solo por el hecho de ser mujeres nos vemos cuestionadas en cada una de nuestras decisiones. ¿Estás segura de que eso es lo que quieres estudiar? ¿En serio te vas a poner eso? ¿No crees que deberías adelgazar?

Nosotras, que trabajamos igual o mejor, no tenemos las mismas oportunidades (de lo del sueldo mejor no hablo).

Nosotras que nos preparamos para ser «mujeres de éxito» acabamos siendo trabajadoras a medias por la reducción de jornada (las que podemos disfrutarlo), «malasmadres» y amigas o parejas pocas veces disponibles.

Nosotras hacemos lo indecible por llegar a todo, por cumplir con lo que se espera de nosotras, pero no llegamos, y cuanto antes lo asumamos mejor.

Nosotras somos las que tomamos nuestras decisiones. ¡Dudas fuera!. Si hoy he decidido que voy a recoger a mi hijo a la guardería, voy y si he decidido que voy a renunciar a ello para asistir a una reunión, no tengo por que esconderle a mi jefe que preferiria no estar alli. No soy menos trabajadora por querer conciliar mi vida personal pero tampoco soy peor madre por no ir a por el bebé.

Nosotras somos las que decidimos cuando utilizar el comodín de los «buenosabuelos». Sabemos que ellos se mueren por disfrutar de sus nietos, pero también sabemos que nos hacen un favor cuando se quedan con ellos y los favores se pagan. Directa o indirectamente, pero se pagan.

Nosotras que hemos crecido en la generación de «Vosotras cambiareis el mundo» nos damos cuenta de que no es así cuando en prensa nacional te encuentras la noticia de que dos diputadas regionales han coincidido con el mismo vestido. Estaría bien que el telediario de mañana abriera con la noticia de cuántos diputados del Congreso llevan la misma chaqueta, pero tranquilos que eso no lo veremos.

Nosotras que somos las responsables de educar a los adultos del futuro sin duda somos las que tenemos en nuestra mano que esto cambie. Nosotras, con nuestras decisiones y nuestra conciencia tranquila les haremos ver que otro tipo de sociedad es posible y que confiamos en que ellos y ellas vivirán de otra manera porque cada dia que pasa construyen su futuro con sus expectativas y nuestra experiencia.

Reyes

 

Imagen: Licia Ronzulli y su hija en el Parlamento Europeo en 2010

 

 

 

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2 COMENTARIOS

  1. Que difícil un cambio. ..veo todos los días a madres y abuelas que me dicen «que sea rosa que es una niña» no les gusta el azul…y si es niño ..nada de «florecitas».Son madres jóvenes, y seguimos como hace años.
    Mientras no cambie la forma de educar sexista,creo que poco avanzaremos en igualdad. Hace poco me decía una amiga que a su hijo de 8 años le gusta la danza…pero claro los amiguitos se reirían de el.
    Que elegiría otra actividad para evitar esa situación.
    Ojalá cambien los ojos de ver el mundo, que los nuevos padres eduquen en igualdad y con valor para afrontar los nuevos cambios .
    Un saludo
    Alicia

    • Cuánta razón, Alicia! y cuanta falta hacen mujeres valientes que lleven a sus hijos a baile a pesar de los demás. Con el mío he evitado a toda costa el «azul bebé» e incluso estuvo un tiempo llevando un chupete rosa… espero no haberle generado ningún trauma! jejeje!
      Besos

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