No estamos solos

No estamos solos. Aunque lo intentemos, somos incapaces de estar solos y la culpa de todo la tienen internet y las redes sociales. ¿ O somos nosotros los culpables?

Son muchas las razones por las que utilizamos las RRSS y hay muchos tipos de usuarios de las redes, y como seguramente ya lo habrás leído en algún que otro blog, yo te voy a contar algo distinto. Te voy a contar las cosas de las que me he dado cuenta en los últimos meses por el uso que hago de las redes y el que hacéis las personas que me rodeáis. Si, tú y los que te rodean, los bacalaos y peces afines.

Utilizamos facebook para decir dónde estamos, qué comemos, qué música escuchamos o qué película estamos viendo. También lo usamos para ver lo guap@s que estamos en nuestras fotos ( y contar los «me gusta»), o para felicitar por su cumpleaños a las personas a las que no vemos nunca, porque a nuestros amigos de verdad, no los felicitamos en Facebook, quedamos con ellos y brindamos por su cumple, una y mil veces si es necesario.

Siendo este el uso que hacemos de las redes, nos sorprendemos cuando vemos a alguien por la calle y nos pregunta por nuestro último viaje, o por el post que escribimos la semana pasada. Y la sorpresa no viene porque no nos acordemos de haberlo compartido en Facebook, sino porque cuando lo subimos no pensábamos en que esa persona lo fuera a ver. Cuando subimos algo, no pensamos en quién lo va a ver, o a leer, sólo pensamos en nosotros y en nuestro ego. Tomamos conciencia de las personas que han visto una publicación cuando repasamos los «me gusta», pero te has parado a pensar, ¿cuánta gente lo ha visto y no le ha dado a la tecla?.

Y ahora me surge otra pregunta. Si vemos algo que nos gusta, ¿por qué no le damos a la tecla?. Fácil, para no parecer frikis. Al final, las redes sociales son postureo puro y no sólo estamos pendientes de lo que subimos, sino de lo que decimos que nos gusta y de lo que compartimos.

Afortunadamente existe una parte buena de las redes y es lo que te decía al principio: no estamos solos. Cuando una compañera del colegio, a la que hace mil años que no veo y que vive en EEUU, comparte mi post, lo comenta o escribe en la página de los Bacalaos, soy consciente de que hay personas al otro lado de la pantalla. Personas como tú, que dedicas tu tiempo a leer lo que escribo, que lo valoras y lo compartes, y entonces soy feliz.

Soy feliz de saber que no estoy sola en mi locura por las redes, en mi frikismo por escribir en un blog, en mi empeño por hacer de mi entorno un punto de encuentro de personas con intereses similares.

Soy feliz, sabiendo que tú estas ahí.

Reyes

Fuente de la foto: Pinterest

 

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