De brindis. Uvas. Y un polvorón.

Otra vez estoy donde hace un año.

No sé qué me traerá este recién estrenado 2018 pero sí sé lo que he vivido hasta llegar aquí. Por tanto, no busco darme un baño de buenos propósitos que sé, de antemano, que no voy a cumplir.

Si tiro de memoria, sé que de todo ello he aprendido. Aunque, como la gran mayoría, he aprendido más de lo malo y de lo regular que de lo bueno. Ya sabéis eso de aprender a base de golpes. De todo se aprende. Y si hay que volver a la casilla de salida…¡se vuelve!

De hecho en la penúltima uva pedí saber, de vez en cuando, con quién me la estoy jugando. Y, ya puestos, que me enseñe eso de no dar demasiada importancia a quien no la tiene. Últimamente no he estado muy fina .

Hubo una uva muy especial dedicada a aquéllas personas a las que, de una manera u otra, les he fallado. Le pedí (sí, a la uva le pido cosas) que intercediera por mi y les diga que se queden con lo bueno de nuestra historia. Que fallos los tenemos todos y yo más que nadie.

A otra le pedí paciencia. Muchas veces los planes no salen como una espera.

Brindé por los cuatro pilares de mi vida. Y porque cada noche, antes de ir a dormir, siga recordándoles lo que más me ha gustado de su día. No ha sido un año de grandes logros, pero en casa hemos conseguido muchas cosas, sobre todo mis hijos. No creo que pueda pedir nada más.

Apunto de atragantarme con tanta uva en la boca, recordé la necesidad que tengo de organizarme mejor para no volverme loca. Una buena dosis de cordura y eliminar algún virus que se ha instalado de mi disco duro tuvieron también sus uvas.

Con un polvorón doble machacado entre las manos, me acordé que necesito saber decir BASTA. Quiero aprender eso de frenar a tiempo antes de liarla parda.Hay veces que se me va la mano cuando no toca (aunque yo sigo intentándolo).

Llené la copa (otra vez) y brindé por todo eso y por aquellos que nunca creyeron en mi. (Si sois algunos de los que estáis leyéndome en este momento, os ruego encarecidamente que sigáis sin hacerlo. Sois una gran fuente de inspiración para mi).

Seguí brindando. Tenía mucho por lo que brindar. Por la lista de cosas que no cumpliré, por que no me lo ponga muy difícil (una ya está mayor para “el salto de obstáculos”), por seguir soñando que me tocará algún día la lotería, por… Voy a dejarlo ahí.

Y la última uva, hoy más que nunca, fue por mí. Porque creo que a pesar de mis debilidades, de mis pocas luces y mis muchas sombras, tengo que quererme más…y atreverme a ser feliz.

 

Coco.

Fuente de la fotografía: Pinterest.

 

spot_imgspot_img

Suscríbete

Seguro que te gusta

La puerta abierta.

Ha caído en mis manos un interesantísimo libro que...

Cogito EGO sum

No, no has leído mal, pone EGO, así bien...

Mis Jedi

La vida está llena de decisiones difíciles: elegir entre...

23 LECCIONES DEL 23

Decir que no a lo que no. Y ser...

Blue… tururú!

No paro de recibir mails que me dicen que...
Artículo anteriorSolo una cosa
Artículo siguienteA gusto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Share This