Welcome to the circus

«WELCOME TO THE CIRCUS»

«¡Bienvenidos al circo!», ese debería ser desde ahora hasta mayo el titular que abriera todos los periódicos todos los días.

Por suerte o por desgracia las urnas van a volver a aparecer y eso provoca multitud de estados anímicos, y de estrategias varias. Los hay que están nerviosos por si pierden el sillón, los hay que están ansiosos por ocupar sillón, hay otros que están rabiosos porque saben que se van y sorprendentemente otros que están tranquilos porque abandonan el sillón después de años de trabajo y satisfechos con su labor.

Como en los mejores circos, a día de hoy se trabaja en varias pistas, pero lo importante no es lo que ocurre en ella, sino en la grada. En las pistas tenemos de todo: discursos, promesas, amenazas, denuncias, querellas, manifestaciones… Y en la grada… ¡Ay, en la grada es donde se matan!. Es el público el que alucinado por la actuación del domador, los acróbatas, los payasos o el forzudo jalea al «artista» y lo encumbra en el Olimpo. Que nadie le diga a ese alma cándida que el espectáculo del que está disfrutando no tiene una base sólida, que por su artista es capaz de cualquier cosa. Así somos los fans. Ellos mientras tanto bastante tienen con no caerse de la cuerda floja, cuidarse del bocado del león, meterse al público en el bolsillo con sus chanzas o librarse de las cadenas que los ciñen.

No entiendo cómo pero encandilan a las masas, les alejan del raciocinio y les hacen interiorizar tópicos típicos que serán capaces de defender ante cualquiera como si fueran ideas propias. Si, cada artista tiene un ideario, y ese es con el que hay que comulgar. La gran mayoría elige uno u otro y asume las consecuencias hasta el final. El problema viene cuando no te los crees, cuando sabes cómo trabajan, cuando conoces sus trucos y reconoces patrones de comportamiento en unos y otros. Ni que decir tiene si además sabes algo de estrategia política y reconoces burdas copias en fotos o discursos.

No les voy a poner colores porque vistos desde mi posición son todos iguales, unos vienen y otros se van, y la humanidad sigue avanzando, pero si les voy a decir lo que espero de ellos.

«I have a dream», y en él los políticos serán honrados, trabajarán por la ciudadanía y se olvidarán de joder al contrario.

Ójala se haga realidad y podamos decir con alegría «They said this day would never come».

Reyes

 

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1 COMENTARIO

  1. Ojalá esa frase que reflejaba el tristemente asesinado Martín luther king se haga realidad algun dia y los politicos se avergüenzen de no hacer nada para los ciudadanos y trabajen de verdad en beneficio del pais y de las personas que vivimos en el.

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