Volviendo a las andadas.

Siempre he tenido fama de ser una mujer segura.

Llevo toda mi vida intentado ser la madre perfecta, la mujer perfecta, la hermana perfecta, la amiga perfecta, la compañera perfecta…También intenté ser la hija perfecta y la estudiante perfecta. Y, echando la vista atrás, creo que en ninguno de los dos casos estuve a la altura. Par más inri quise ser deportista y recibí clases de guitarra. Pues nada. Ni lo uno ni lo otro.
Llevo toda la vida intentando mantener la dieta pero nunca me ha me compensado. Siempre hay algún flan de queso lo suficientemente tentador como para olvidarme de ella.
Me hubiera gustado saber ser ama de casa. Cocinar como mi madre, coser mi ropa y la de mis hijos y tener mi casa en perfecto estado de revista las 24 horas del día durante los 7 días de la semana. Ni de eso he sido capaz.
Siempre he intentado tenerlo todo bajo control. Saber estar en cada sitio y lugar y, por supuesto, saber guardar las apariencias.
Hubiera dejado cortarme una mano por haber estado ahí siempre.
No comment.

De repente, un buen día, yo que pensaba que a estas alturas estaría encantada de la vida, noto que no puedo darle a los pedales. Que la maquinaria ha dicho: ¡Basta!

Los pies tampoco son capaces de llevarte. Definitivamente, te has cansado. Toca frenar en seco y revisarlo todo. Cuando paras no avanzas y lo normal en el ser humano es buscar culpables. Es, en ese momento, cuando te vuelves vulnerable y frágil. Al vivir y caminar aciertas y te equivocas intentando ser algo que no eres, procurando ser lo que los demás querían que fueses pensando en ell@s antes que en ti y, a veces, no compensa. Al final queda la sensación de dar más de lo que recibes y eso no te hace feliz aunque te creas la mejor persona del mundo por ser tan “sacrificada”.

Todo esto, ¿para qué? ¿de verdad merece la pena? Creo que esa pregunta va a quedarse sin respuesta.

…y mientras espero que llegue la respuesta intentaré quererme para tratar de ser yo. Caer en nuevas tentaciones,dejarme ir, perderme para encontrarme…relajarme.
Esa es la forma de volver a ser YO: volviendo a las andadas.

 

Coco.

Fuente de la fotografía: Pinterest

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2 COMENTARIOS

  1. Te dejo una frase que leí y me gustó.
    Yo soy yo
    Tú eres tú
    Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
    Tú no estás en este mundo para cumplir las mías
    Si nos encontramos, será maravilloso, si no, no puede remediarse
    Tú eres tú
    Yo soy yo
    Fritz Perls

    Me encanta tu imperfección, eres hermosa por delantera y por detrás. Abrazo todo tu ser, con La Luz que desprende y con la sombra que va unida a ella irremediablemente. Te quiero Coco

    • Jod……… qué bonito Sara!!!!!!!
      Siempre he sido más afín a la imperfección pero no sé si será la edad o el mundo en el que me muevo que, cada vez, me exijo más en lugar de permitirme bajar la guardia.
      Pero ¿sabes una cosa? Leerte me ha dado un chute para saber que…no voy por mal camino.
      Deseando verte y abrazarte.
      Yo te quiero más.

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