¡Qué fácil!

Qué fácil es hablar y que difícil es acertar.

Que fácil es hablar de lo que no se sabe, elucubrar, construir castillos en el aire, opinar como si tal cosa y lo que es peor, juzgar a otro y tomar decisiones por él.

Dicen que los problemas se ven mejor desde fuera, pero yo creo que cada uno debe ser consecuente con lo que experimenta. La próxima vez que vayas a opinar acerca de algo ten en cuenta que lo que tu ves desde fuera, no es lo mismo que viven los protagonistas.

La intuición puede ser una buena consejera, pero como cualquier otra puede fallar. Las percepciones, son fundamentales, y la primera impresión es la que queda, pero a partir de ahí se construye algo en lo que solo los actores principales pueden participar.

Si alguna vez has oído eso de que «Dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma opinión», te digo yo que en ocasiones funciona y en otras no,  pero si me consta que de las conversaciones ocurridas en ese colchón nadie tiene por qué saber nada. «Lo que pasa en mi casa, se queda en mi casa» y  a no ser que yo te lo cuente con pelos y señales (ni aún asi), podrás saber nunca como me siento ni qué decisión es la proxima que voy a tomar.

Sirva este post para que dejemos de opinar de las relaciones de los demás, para que seamos capaces de pensar que los caracteres son diferentes y que dos personas en una misma situación no tienen por qué responder igual. De esta manera seremos conscientes de que en todas las casas se cuecen habas pero cada una tendrá su receta especial.

No vuelvas a decir «Pues si fuera yo…» porque por suerte o por desgracia, no eres tú ni serías nunca capaz de entenderlo.

Reyes

Fuente de la imagen: Pinterest

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