¿Dónde está el límite?

Qué difícil es saber dónde está el limite en determinadas ocasiones.

No hay nada más difícil que distinguir esa delgada línea que divide las opiniones entre positivas o negativas, sinceras o hirientes, o tal vez simplemente, complicadas de clasificar.

En ocasiones intentamos decir algo constructivo y acabamos con toda la caballería encima porque nos hemos pasado tres pueblos. ¡Y eso que lo hacíamos con buena intención!

Queremos expresar nuestra opinión, pero tampoco queremos ofender, o que nos echen en cara que pensamos «diferente».

Queremos tener en cuenta a los demás, pero hay cosas que nos queman por dentro y no podemos dejarlas ahí, o nos afectará a la salud.

Sabemos que respetar a los que nos rodean es fundamental. Pero ¿hasta dónde somos responsables de lo que los demás interpretan?

¿Cuál es el lugar exacto entre la diplomacia y la cobardía o entre la sinceridad y la mala educación?

Lo de las indirectas en Redes Sociales está ya muy visto, pero no puedes dejar de pensar si eso que ha puesto tu amig@ en su muro te lo está diciendo a ti. ¿Estamos leyendo entre líneas o es que nos creemos el ombligo del mundo?

¡Qué difícil es saber dónde está el límite!

Por otra parte, estamos acostumbrados a decir las cosas que nos molestan, pero no las cosas que nos gustan de los demás. ¿Has probado a decirle a alguien por qué te gusta? ¿Qué comportamiento o virtud admiras en esa persona? Prueba a hacerlo con alguien de tu entorno, tus padres, tus hijos, tus amigos, tu jefe o tu empleado, o a esa persona que te pone todos los días el café.

Claro, que igual no estamos acostumbrados a que venga nadie a decirnos lo que valemos y entonces no sepamos cómo encajarlo. Dijo Camus que «En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio», pero parece que somos incapaces de reconocer las cosas buenas de los demás. ¿Que tememos? ¿Que se lo crean? Pues a lo mejor les viene bien para su autoestima. ¿Por qué no pensamos en eso en vez de en el ego? Otra vez no sabemos donde está el limite.

Ya es hora de que aprendamos a diferenciar, que nos dejemos de susceptibilidades, que aclaremos los malos entendidos y que digamos a los que nos rodean también las cosas buenas.

Venga, empiezo yo: me gustan tus comentarios, que aportes tu punto de vista y así pongas tu granito de arena a Te Conozco Bacalao.

Reyes

Fuente de la imagen: Pinterest

 

 

 

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4 COMENTARIOS

  1. Es verdad Reyes , todo lo malo enseguida nos sale sobre todo criticar, yo últimamente sigo la técnica de decirle a las personas con las que no me llevo del todo bien, sus cosas positivas y ¿sabes que ha pasado? que la relación con esas personas a las que no soportaba han ido mejorando y me siento mejor como persona, por fin algo constructivo. De todas formas la sinceridad a veces está sobre valorada.

    • Muchas gracias por el comentario Margarita!
      Me encanta tu técnica de decir las cosas buenas de la gente que no nos gusta del todo. Voy a ponerla en práctica a ver qué tal.
      Bss

  2. Oye, ¡¡no está nada mal la técnica de Margarita!! Tendré que ponerla en práctica porque creo que ya es la única que me queda por probar. A ver si va a estar ahí la clave del éxito… 😉

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