…a la casilla de salida.

Ya sabéis que las tardes de los domingos no ayudan. Al contrario, todo se vuelve de un gris casi negro. Y lo primero que me vino a la cabeza esa tarde fueron los balcones, la levadura de estraperlo, la escasez del papel higiénico, retomar las series interminables de Netflix, hacer pilates vía zoom…Sólo de pensar en volver a la casilla de salida (o algo parecido) se me ponían los pelos como escarpias.
Creemos que todo esto que estamos viviendo es injusto ( ¡y claro que lo es!) pero, en realidad, somos muy olvidadizos para lo que queremos y no recordamos que cuando se hacen cosas…pasan cosas. El riesgo continúa y los brotes aumentan. Para nada hemos vencido al bicho. O, con la mano en el corazón y haciendo un esfuerzo en ser sinceros ¿realmente hemos hecho algo serio para combatirlo?
La vida es tan sabia que nos manda mensajes pero muchas veces no sabemos pillarlos. O no les damos importancia (que es peor) y el problema es que nos ha faltado paciencia, hemos querido correr más de la cuenta recuperando el tiempo perdido durante el confinamiento y hemos olvidado que la salud es lo primero. Y no. Resulta que así no funciona esto. La situación no mejorará por sí sola y eso lo sabemos muy bien aunque nos hayamos hecho los tontos.
Algunas cosas no cambian así como así, sino haciendo lo que tienes que hacer aunque no te apetezca hacerlo. Reescribiendo el guión, por ejemplo.O empezando de cero aprendiendo del pasado, pero de verdad, siendo de una puñetera vez responsables. Cualquiera de esas alternativas sirve porque no se trata de que cambiemos el mundo, sino de que cada uno de nosotros cambiemos nuestro metro cuadrado y escribamos la historia que queremos vivir. Porque en esta lucha sólo la suma del civismo de cada uno será la que nos haga salir de la pesadilla que nos ha tocado vivir. Esa es la clave…sumando.
No se trata de ir de héroes revolucionarios ni nada por el estilo. Es tan simple como ser sinceros con nosotros mismos y reconocer que nos gusta más criticar los defectos de otros que modificar lo que hemos hecho mal. Así que, antes de pasarte al lado oscuro y echar la culpa a los demás, piensa si has sido tu quien se ha equivocado.

No es momento de resignarnos, de rebelarnos contra el vecino ni de sensiblerías. Estamos en la hora de elegir qué hacer porque esto no ha hecho más que volver a empezar (o casi) y está todo por hacer.

Coco.

Fuente de la fotografía: Pinterest.

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2 COMENTARIOS

  1. Toda la razon.Tenemos que usar la atocritica mas que nunca!.Saludos bacalaos y gracias por seguir ahi os necesitamos tambien mas que nunca.Cuidaros !

    • Reflexionemos sobre nuestro comportamiento…esa es la clave.
      ¡Cuídate mucho tú también! ¡Y gracias por tu fidelidad!

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